¿Qué es la toxina botulínica?

La toxina botulínica tipo A o Botox®, en su formulación comercial más conocida, es un compuesto que impide la conducción nerviosa reduciendo la actividad de los músculos y las glándulas sudoríparas, siendo su efecto reversible en un periodo aproximado de 3-6 meses.

Debido a su alto perfil de seguridad tiene muy raros efectos secundarios. Por los beneficios obtenidos es ampliamente utilizada en medicina.

  • En estética facial ayuda a evitar la aparición de arrugas y líneas de expresión, principalmente de la parte superior de la cara. También es útil en combinación con otros tratamientos (fillers o rellenos faciales) para el camuflaje de arrugas ya establecidas.
  • En pacientes con de parálisis facial, parcial o completa, nos ayuda a conseguir una mejor simetría facial.
  • En pacientes con síndrome miofascial, migraña crónica o bruxismo, con mala respuesta o intolerancia al uso de la férula de descarga, la infiltración de toxina botulínica sobre la musculatura responsable puede aliviar o incluso resolver completamente la sintomatología.
  • Como tratamiento de hiperhidrosis localizadas, primarias o secundarias a procedimientos quirúrgicos como el síndrome de Frey.

El procedimiento se realiza de forma ambulatoria, pudiendo realizarse en la misma consulta, sin necesidad de recuperación posterior. Dependiendo de la región a tratar puede utilizarse anestésicos tópicos previos a la infiltración.

Recomendaciones después del tratamiento con toxina botulínica

Tratamiento de toxina botulínica en Madrid
  • No frote o dé masajes en las áreas tratadas durante las 24 horas siguientes al tratamiento
  • No aplique maquillaje durante las 4 horas siguientes al tratamiento
  • No se acueste ni haga el ejercicio durante 4 horas después del tratamiento. Puede realizar cualquier actividad cotidiana normal
  • Serán necesarios unos 14 días para que su tratamiento haga completamente efecto
  • Revisaremos la efectividad del tratamiento en 2 semanas para valorar si hace falta más dosis

Toxina botulínica para el dolor orofacial

La toxina botulínica infiltrada en los músculos masticatorios disminuye su contractilidad y los ayuda a prevenir los efectos negativos del bruxismo sobre la ATM y los dientes y a aliviar el dolor.

Los resultados del tratamiento con Botox no son permanentes y durarán aproximadamente 3 o 4 meses. Cada paciente es único, su cirujano adaptará las dosis y músculos a tratar de forma individualizada.

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