Lipofilling facial ¿En qué consiste?
Consiste en el relleno de las zonas hundidas y flácidas de la cara que van apareciendo con la edad, empleando un trasplante de grasa procesada del propio paciente. La grasa se obtiene del abdomen, glúteos o de los muslos, tras ser preparada mediante un proceso de centrifugado y purificación, se infiltra con pequeñas cánulas a través de unos puntos de incisión mínimos, que cicatrizan sin dejar marca. El procedimiento se puede realizar con anestesia local o con sedación.
¿Cómo es el antes y después de un lipofilling facial?
Al ser un injerto de grasa del propio paciente no hay riesgo de rechazo, y los resultados son estables en el tiempo tras el periodo de estabilización. Inicialmente es esperable una pérdida parcial del volumen trasferido, variable según el paciente, por lo que en ocasiones es necesario repetir el procedimiento para obtener los resultados deseados.
Con el injerto graso no solo se transfieren células grasas, sino que además es rico en factores de crecimiento (PRFG) que le dan un aspecto más juvenil y revitalizado a la piel.
¿Qué otras aplicaciones tiene el relleno de grasa?
Además de ser una técnica excelente para mejorar y rellenar arrugas o marcas de expresión, puede ser utilizado para el tratamiento de las cicatrices o para corregir asimetrías faciales.
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